Hoy iba en el bus a Madrid. Estaba todo superbonito. Día 29. Y otra vez haciendo malabarismos. Y repito mis mantras de riqueza, y sigo, pero mi situación sigue siendo al borde de. Y cada final de mes, otra vez. Por los pelos. O un amigo o mi padre o una factura que me ha salvado.
Hoy en el bus iba soñando que me encontraba con alguien. Y me decía, toma. Y me daba 50.000€. Así. Sin más. Y con eso pagaba todo lo que debía al banco y a amigos. Nunca más, nunca más pediré. Nunca más esta losa en la espalda.
Y entonces me decía: y ahora, toma. Y me daba un contrato: voy a hacer lo que AMO. Firma. Fecha. Y cada mes me daba 6.000€. Y yo le preguntaba: lo que amo? Sí, lo que amas. Y 6.000€? tampoco necesito tanto. Y me decía: tú cada mes dispondrás de este dinero. De ti depende hacer lo que quieras con él. Y yo pensaba, 2.000€ nuestros gastos (casa, coles, autónomos, etc), 1.000 para ahorrar y empezar a tener otra vez un pequeño colchón como siempre había tenido desde bien jovencita hasta hace 7 años, para imprevistos y poder pagar los estudios de mis hijas con tranquilidad. Y tendría 3.000. Cada mes. Para crear algo. Sí, para crear y ayudar a que otras personas salgan de situaciones límite.
Y antes de todo eso arreglaría todo lo que tengo roto en casa y abriría el patio. Creo que con 3.000€ podría hacer todo.
Ok, me decía.
Lo que tú quieras.
Confío en ti.
Ok, me decía.
Lo que tú quieras.
Confío en ti.
Para este hombre, 50.000 o 72.000€ al año no es nada.
Para mí es todo.
Es volver a respirar de forma completa. Es hacer que desaparezcan de un plumazo las dos piedras que sigo teniendo en los riñones.
Para mí 100€ no es nada que suponga un cambio. Ni mucho menos.
Y sin embargo sé que para otra persona en este planeta lo es todo.
Es como los libros. Como un disco. Como las redes. Como una palabra, sólo una palabra de una persona. Que te nombre, que te cite, que te apoye, que te tuitee. Qué son? 2 minutos, 5? Y te puede cambiar la vida.