lunes, 12 de enero de 2009

El viaje

Entró en casa, estaba en silencio.
Puso un cd de Norah Jones, siempre le relajaba. Y lo quitó a los dos minutos. No, no quería música. Sólo quería silencio. Silencio…
Empezó a encender velas por la casa. Y abrió el grifo para llenar la bañera. Sí, eso era lo que iba a hacer y lo que necesitaba, un buen baño. Se puso una copa, llena de hielos, un chorrito de ginebra, medio limón exprimido y su tónica preferida de Nordic. Se quitó la ropa y cogió el móvil. Sí, era él.
Qué tengas un buen viaje.
Vaya, no sé por qué me lo imaginaba.
Le llamo. No, mejor le mando un mensaje.
Buenas noches, pena que no estés aquí. Tenía todo organizado para poder pasar la noche juntos. Besos por todos los sitios y de todas las formas.
No puedo. Desnúdate y túmbate en la cama. Estoy contigo.
Cerró el grifo de la bañera, bajó las persianas de la habitación y se tumbó en la cama.
Estoy ya. Desnuda y húmeda. No sé si lo podré hacer sola.
Te estoy besando, en la frente, en la boca, en los pezones, en tu vientre, en el interior de tus muslos…
Coge tus zapatos de tacón preferidos
Y métete el tacón por el coño, y gime, y siénteme
Y tócate, chúpate el índice, métetelo entero en la boca y luego el dedo medio, y los dos juntos, enteros, y tócate
Empieza por tus labios y ve bajando por el cuello hasta el pecho, pellízcate los pezones y baja por tu vientre hasta el clítorix
Y mójate los dedos con tu flujo, y chúpatelos…
No puedo más, me voy a ir ya.
No te vayas todavía. Tengo la polla totalmente dura. Coge las pastillas, yo las cojo también.
La encontraron muerta de sobredosis. Tenía sólo veintisiete años y una sonrisa suave en su boca.
Había un mensaje sin abrir en su móvil.

1 comentario:

PHAROS dijo...

un viaje sin retorno un beso