martes, 24 de agosto de 2010

Días de lavanda y sueños

Mantente fiel a tus sueños.
Mantente.
Me susurra el pequeño hombrecito de hierro.

Nanette nos ha enseñado a hacerlos. Se hacen con hilo de hierro. No hay que apretar, hay que dejarlos sueltos, pero fijar las partes.

Olía a lavanda y a libertad.
Dormimos en una yurta, en una tienda de campaña, en una caravana.
Y me acariciaste el vientre bajo las estrellas.
Y nos sentimos nómadas. Y nos sentimos juntos.

Hoy había muchas mariposas blancas en el camino. A. me ha regalado una pegatina con una mariposa azul. Y hemos cenado pasta de lacitos que parecían mariposas con salmón.
Hoy hay luna llena.

Y cierro los ojos. Y busco dentro de mi corazón el rincón de lavanda.
Y me vuelvo a sentir como ayer. Contigo. Con las niñas. A tu lado. Libres.
Como pájaros sonrientes. Como hombrecitos de hierro voladores.


3 comentarios:

PHAROS dijo...

el rincon de lavanda en tu corazon
es muy bonito

Paloma Sainz dijo...

Gracias Mapilu. Es de mi abuela :). Ella siempre decía: guarda siempre en tu corazón un pequeño rincón donde sólo nazcan flores :)

PHAROS dijo...

Me gusta tu sabia abuela, una parte del corazón para guardar la belleza de una flor.Besos