martes, 16 de noviembre de 2010

Choose

I wonder how much life I can take
Lou Reed


Noviembre. Me gusta este mes. Mes de sol y frío. De caminos llenos de hojas. Un noviembre empezó. Este sentimiento. Ahora me iría de nuevo. Dejaría todo. Y me iría a caminar. A seguir flechas amarillas, o azules, da igual el color. A sentir el frío en la piel de la cara y el cansancio en las piernas. Y caminar y seguir caminando. En silencio. Con la naturaleza.


Ahora siento demasiados cables dentro de mi cabeza. Esta mañana he hecho el mandala que me enseñó Esen, como un árbol, desde el centro hacia afuera. Y el árbol tenía demasiadas ramas. ¿Dónde está el demasiado? ¿Cómo medirlo? Hay que salir de las ciudades. Dicen. En Asia es diferente. Digo. Pero, ¿qué hacer? ¿salir?¿entrar?¿buscar?... Acaso descansar. Pero sin morir. Sólo para recuperar energía, curar alguna rama o romperla del todo, y ver los brotes nuevos. Y seguir. Diferente. Siempre es diferente.


En días como hoy simplemente desaparecería. Caminando. Descalza.

1 comentario:

PHAROS dijo...

Cada momento es diferente e único, es mejor descansar, tiempo para pensar en que hacer, creo que es la clave, no se puede medir el demasiado porque no tenemos una medidor para hacerlo.No te vayas camina hacia dentro, dentro de tu alma,encontraras la respuesta, la misma que encuentras en cualquier camino.