martes, 12 de mayo de 2009

Antonio Vega



4 comentarios:

ASTEROIDE B 612 dijo...

Por esa semilla de cielo azul que desde hoy habitas, y por todas las que dejaste en la tierra. Dep.
Paloma estás en todo.
Besos

PHAROS dijo...

D E P

Anónimo dijo...

Esta canción es fabulosa pero no entiendo este bombardeo y estos lamentos tan espontáneos que han tenido lugar en todo medio de comunicación durante el día de hoy. Seguramente tendrán ya grabado el disco en su memoria y en ninguna de las cadenas que hoy ganaban minutos gracias a esta muerte vi nunca un directo de este cantante ni un repaso a su discografía. Ni siquiera una entrevista como es debido. Quedan sus canciones, queda quitar la luz de la casa y dormirse escuchando los cantos de sirena del sitio de mi recreo, a la cálida luz del mp3.

Paloma Sainz dijo...

Sí, Pascual, pienso como tú. El 12 me enteré por la noche de lo que había pasado por un amigo que tb adoraba a Antonio Vega. Me dijo por teléfono, q pena lo de Antonio eh? y pensé, ¿qué Antonio? eran las 10.30 de la noche y ni me había enterado... Hay veces que parece que viva en otro planeta. Había tenido un día horrible de prisas, de dejar todo preparado para irme de viaje, y además había estado triste. Y pensé, claro, como no ibas a estar triste... Hay veces que pienso que todo se mueve y nos contagia, la luz, la risa, la calma.. Quizás la pena tb, y sale, se junta y viaja, como el agua, y nos moja, y nos toca... Como me iba al día siguiente de viaje les había dicho a las niñas que podían dormir conmigo. Me metí en la cama con ellas y me llevé el ordenador. Tenía q escuchar algo de él, verle. Puse en youtube Antonio Vega y dejé que fueran apareciendo vídeos. Las niñas iban diciendo, pon este, pon este otro... Se quedaron sentadas reclinadas sobre mi, y apoyando la espalda en la pared, las abrazaba por detrás. Puse uno de hace poco.. Jo mama, q mala cara tiene no? estaba enfermo?. Y les expliqué que era una persona que había estado siempre muy cerca de las drogas. Acaban de cumplir 7 y 5 años, son muy pequeñas quizás para hablarles de drogas, ¿o quizás no? ¿por q tenemos q poner siempre límites, edades, caducidades, para todo? Y estuvimos hablando, y bastante, ¿por qué no?. Anamika dudo que entendiera todavía pero Lucía me iba preguntando. Fue un momento muy especial, abrazada con las niñas, agotada después de un día frenético, con cierta melancolía, feliz de sentirme tan cerca de ellas. Y me asaltaban tantas dudas, tantas... Sobre la sensibilidad, la fragilidad, la cordura, la pasión, la serenidad, la búsqueda... siempre esa búsqueda...
Era un hombre muy sensible, alguien que escribió canciones preciosas, pero esa sensibilidad, esa fragilidad, le llevó a vivir siempre al borde de un abismo. Recuerdo la última vez que le vi actuar, parecía que se fuera a quedar allí, en el escenario. ¿Por qué? ¿Qué momento, o qué momentos hay en la vida que te empujan hacia un lado o te dejan en el otro? ¿se puede bailar entre dos? ¿existe una capa protectora que te deje entrar y salir sin contaminarte? creo q no, q sería falso, q sería un hacer sin estar.
Puse La chica de ayer, claro, es una de las canciones de mi vida, porque las vidas se pueden dividir como leíamos hace poco a Rosa Montero, por novios, por libros, pero también por canciones. Para mi La chica de ayer fueron mis diecisiete dieciocho, mi primera vez. Y siempre que la oigo sonrío y me dejo llevar :). Una decima de segundo. El sitio de mi recreo. Lucha de gigantes... " en un mundo descomunal siento mi fragilidad... en un mundo descomunal siento tu fragilidad..."
Estábamos las tres con la luz apagada, como decías tú, Pascual, en penumbra, y ya tumbadas, relajadas y calladas... escuchándole...
Me veía allí, veinte años después de mi primera vez, con mis hijas absortas en la pantalla, con una lista interminable de mensajes a Antonio Vega en el ordenador, pero pensando lo mismo que tú, Pascual, ¿por qué? ¿por qué ahora cuando ha muerto? ¿en qué pensaría todos estos últimos años?
Al día siguiente las llevé al cole cantando La chica de ayer en el coche, que era la que más le gustaba a Lucía. ¿La cantamos otra vez Mamá? Se la sabía ya de memoria... “Demasiado tarde para comprender...”