miércoles, 17 de junio de 2009

Anclas

Hay veces que conoces personas que mueven algo dentro de ti, y las necesitas cerca, quieres tocarlas, sobarlas hasta dejar su piel lisa, con las palmas de tu mano, con tiempo, pasándolas, y repasándolas, acariciándolas una y otra vez, como un albañil cuando trabaja las paredes de una casa, que pasa su mano una y otra vez, las alisa, y las vuelve a alisar. Pero a veces cuando ya está preparada la pared, la casa se desploma, o simplemente se evapora.

Esas personas a veces están ancladas en otros mundos. Algunas con anclas de papel que no pesan, y van moviéndolas de mundo a mundo, fluyendo con corrientes hasta ahora desconocidas. Pero otras tienen anclas de plomo que las retienen. No pueden moverse de su mundo. Y si alguna vez se atreven a mover un poco la cadena más de lo justo, tienen un pequeño tiempo, a veces demasiado pequeño y limitado para pertenecer a otros mundos, porque en cuanto el ancla plomiza se da cuenta, vuelve a tirar de la cadena, y regresa a su mundo, al que se ha construido, con sus ventanas conocidas y sus corrientes controladas. Pero esos pequeños tiempos a veces rompen otros mundos, diferentes. A veces rompen anclas. A veces crean otro tipo de cadenas, de eslabones entrelazados que son invisibles. Porque son tan puros, son tan bellos, que se quieren alargar, se quieren hacer eternos. Pero no es posible. Un ancla de plomo nunca se mueve. Tiene que mantener su posición fija en el mar. No puede correr el riesgo de irse a la deriva.

2 comentarios:

ASTEROIDE B 612 dijo...

Precisamente el mar fluye continuamente, y ni el ancla más pesada puede detener la fuerza de sus aguas. Si permaneces bien amarrado al bolardo del puerto una pequeña tormenta le mantendrá en posición, pero si la fuerza de las aguas tiene el ímpetu necesario, romperá el cabo que sujeta la embarcación y le sacará del puerto, romperá la cadena que le sujeta al ancla de plomo y podrá tomar otro rumbo; aún que quede a la deriva y tenga la suerte de que le encuentre otro barco, si la fuerza de las aguas se mantiene la embarcación podrá llegar a otro puerto. Allí podrá estrechar otras manos. Cierto que hay veces que la voluntad se centra en no querer romper las propias cadenas.

PHAROS dijo...

Pienso que cada persona esta en su circulo, solo atraves de alli se rodea, es muy dificil cambiar un circulo, porque ?¿? porque el circulo es demasiado perfecto y tiene miedo salir al infinito a lo no conocido
se quedan dentro del circulo Besos