viernes, 23 de octubre de 2009

Yo también quiero ser punk



"Cuando te escribo y estás conmigo aunque tú no lo sepas, no fantaseo. Sé que si no estuvieras yo no habría empezado a llenar este cuaderno que, en cierto modo, se parece a salir de noche para atravesar un descampado enorme y caminos. Por eso te escribo aquí en vez de hacerlo en el ordenador. Mira, si te escribo con un ordenador, ¿cómo sabré cuándo he acabado? Jo, los que hicieron los ordenadores no se dieron cuenta de esto, es alucinante. Venga a hacer programas, a inventar iconitos y fondos de escritorio. Y un programa y otro y cuatrocientos mil. Pero resulta que no pensaron en los que íbamos a agobiarnos si nos decían que podíamos escribir sin final.
Lo peor es que nadie se agobia. Escriben y escriben. Yo no puedo. Das a abrir documento y no sabes si tienes diez folios o diez millones. Sabes que siempre hay otro más y así hasta el infinito. Yo voy a escribirte este cuaderno que se acaba. Es como el tiempo. Los minutos se van para siempre. Cuando lleno una página, paso a otra. Si no me gusta, la tacho y la arranco. Pero no hago como que no ha pasado nada: seleccionar, suprimir, y ahí está la página blanca otra vez. Que no, que no es así. Se empiezan las cosas, y se acaban. No vale todo. No siempre se puede volver a empezar. No todo lo que se rompe puede arreglarse. Y a veces cuando arreglas algo rompes otra cosa sin querer. Te la juegas y apuestas por alguien, y si te falla no cambias la apuesta a mitad de la partida. Te hundes con él. Llegas hasta el fondo."

           Belén Gopegui   "Deseo de ser punk"

2 comentarios:

ASTEROIDE B 612 dijo...

A mí también me llamó la atención este trozo del libro, entre otros. Y es que todo acaba y sigue porque debe ser así.

Paloma Sainz dijo...

Sí, todo empieza y acaba y la vida sigue. Pero no todo vale. O no debería valer. O al menos nos debería importar. O al menos deberíamos caminar con más cuidado para no dañar a las personas con las que nos cruzamos. Con más cuidado no significa sin tirarnos a la piscina. Siempre esa precaución, en todo y para todo, esa coraza. No. O quizás simplemente ser y estar un poco más conscientes para darnos cuenta de que es importante en ese momento estar cerca de alguien... y estar...
Subrayé bastantes líneas... Me gusta mucho Belén Gopegui. Lo que más me gustó de esta novela es el poso prorevolución que deja. De no rendirse. De hacer millones de atentados musicales si hace falta, para mover a las personas, y hacerlas vibrar y recuperar aquellas ilusiones que se quedaron estancadas en algún lugar entre el pecho y la espalda, para que fluyan y vuelvan a salir. Y hacer más revoluciones, con sonrisas, con caricias... Pero moverse, actuar, y no sólo encajar, como dice ella, metiéndonos en un mundo falsamente seguro en el que todo se compra y se vende. Decir que las personas no somos máquinas y necesitamos cuidarnos unas a otras, arreglándonos cuando nos rompemos, y frenar, y estar cerca...

Viva la revolución :)!

Besitos... Ya nos vemos pronto, qué bien :))