domingo, 24 de enero de 2010

Desnuda

He llenado la bañera. Hasta arriba. Y me he sumergido. Hasta adentro. Y con un guante de crin me he frotado. Todo el cuerpo. Entero.


He salido, chorreando agua negra.


Con unas tijeras me he cortado el pelo. Con una cuchilla me he rasurado el cuerpo. Con una navaja me he rapado la cabeza. Con una aspiradora me he vaciado por dentro. 


Ya sólo quedaban las cejas. Las cejas y las pestañas. Las pestañas las quería dejar. Pero, ¿las cejas? ¿Para qué? Las he afeitado también.


Me he vuelto a meter en la ducha y, con la presión del agua, he arrancado todos los restos. Y con el guante de crin he seguido frotando, hasta que ya no había nada. Sólo una piel. 


Me he secado y, cubierta con una gasa blanca, he caminado hacia el altar.


Ya está. Ya puedes empezar. Tatúame. Entera. No dejes un sólo hueco. Llénalo todo. 


Y luego, 


luego..., arráncame la piel.

3 comentarios:

PHAROS dijo...

bruta la aspiradora ajajja

ay ay ay azul, que drámatica y brutita estas.

la piel la dejas como esta, la tatuas, lo que tiene creo yo que hacer es arrancar el alma de un cuajo

ole,

pero me gusta diferente jajajaj
ahora mismito mirare si tengo toda la piel.........(alguna vez me la acarrancaron, pero me tatuaron el corazon)

besazos

ASTEROIDE B 612 dijo...

Bueno, bueno, bueno.

Oliver Ado dijo...

me encanta