jueves, 14 de enero de 2010

Y.

Hay muchas luces. Y muchas almas, que caminan, que se cruzan, que no miran, que miran, que se tocan, que se rozan, que venden, que compran... Y grandes alturas. Millones de ventanas, diminutas e infinitas, con máquinas de aire acondicionado en el exterior. Millones de carteles luminosos, con diferentes medidas, de diferentes colores, con letras chinas, que señalan tiendas, que marcan posiciones de restaurantes, que anuncian saunas y salas de masajes...



Y muchos taxis de color rojo. Y mucha agua. Y barcos.



Hay muchos olores. Y tantos sonidos.

Hay flechas amarillas que indican la salida a la luz.



Es bonito... Hong Kong es muy bonito. 

Hay una feria de juguetes. Una feria de mentiras. Y muchos stands. Y muchos juguetes. Demasiados. Y ¿qué hacemos? ¿Qué decir? ¿Qué hacer?¿Cómo vivir? ¿De qué vivir?... ¿Prostitución?

Cae la noche. Se encienden las velas. Una margarita. En la CNN, Haití. Pero aquí todo sigue igual. ¿Por qué las personas siguen andando? ¿Por qué el viento sigue soplando? Nada se para. Todo sigue. Y no lo entiendo. Me paro. Pero no me puedo parar. ¿Me puedo parar? No. Muévete. 

No tiene sentido. 

Y me pierdo. 



Hay otra margarita. Y más velas. Y más luces. Y más palabras sin sentido.     

2 comentarios:

PHAROS dijo...

es asi Hk
ajajjajaj

besos

Paloma Sainz dijo...

Yeahhh... HK :)) You got it

Hay muchos HK... Muchísimos... Eso es lo bonito...

Besos hongkoneses.